lunes, 29 de abril de 2013

31 de noviembre de 2012 A modo de diario...necesidad de escribir...


Pues eso, que estoy deprimida y sin depilar

Diario de abordo

    Buenos días, seguro que hay mucha gente contenta en el día de hoy, enhorabuena a los felices, yo no estoy tan bien. Me siento mal por hablar de ello, hasta para estar mal una tiene que sentirse con derecho. Hoy hace exactamente once años y un día que mi madre murió, tras cuatro años de intensa lucha contra ese cáncer de mama que la obligó a cargarse de armas para afrontar el día a día, con una espada gigantesca estuvo luchando contra el desánimo, la dolencia física y la debilidad psíquica. Yo no sabía realmente la dimensión de su lucha, ahora como madre y con una visión más amplia de la vida sé que fue mucho más intensa de lo que yo imaginé. Día duro porque además de los recuerdos que se han intensificado desde el viernes 26 día en que hizo veintitrés años que murió mi hermana, he sabido que una puerta se ha cerrado, la de seguir estudiando para la dichosa oposición de auxiliar administrativo al que me presenté (que digo yo para qué narices me embarqué en algo que no me atrae para nada tan solo en el aspecto económico, que no, que el dinero no lo es todo; ya pero con niños de por medio quieres tener tranquilidad no te fastidia, o es que a mi marido le emociona ir a su trabajo a poner piececitas de embragues y demás chismes), así que paso página preguntándome qué otras puertas he de intentar abrir, estoy tocando a otras, ahora mismo golpeo, creo que alguien responde. Lo curioso es que hoy hace un día espléndido, un sol radiante entra por la ventana y yo he vuelto a escribir, a contar mis cosas, a emocionarme, a entrenar.
    Ayer estuve haciendo un disfraz de fantasma para mi hijo, yo, que soy lo peor con una aguja y un hilo entre las manos, me puse a diseñar un disfraz fantasmagórico, para que se vea que no es lo mío la costura, tuve que volver a cerrar un ojo del fantasma con un parche porque el fantasma iba doblado, demasiados alos fantasmales en un solo lado. La cuestión es que mi hijo no dejaba de animarme, "pero qué bonito", "gracias mamá", "me encanta", "¿doy miedo mamá?..."¡Buuu!"
    No estaba tan contento cuando entrábamos al cole, yo arrastrando a una calabaza que se quejaba porque no la había maquillado bien y un fantasma que no veía por ninguno de los orificios hechos par tal fin y no dejaba de pisarse la vestimenta. Al fin llegué a casa y me dije: "tengo que entrenar pero primero escribiré un rato". Olvidaba que antes de todo, o antes de entrenar al menos, debía hacer las camas, preparar la comida y levantar el ánimo. Es curioso, ayer estuve viendo un programa, una parte de él, en el que un padre y dos de sus hijos querían dar una sorpresa con mensaje a su mujer y madre respectivamente. La mujer había sufrido un ictus hacía seis años y andaba luchando por recuperar el habla, la psicomotricidad, etc. La mujer había tomado como modelo de lucha a una actriz de Hollywod, Sharon Stone. Lloré muchísimo al verla entrar en el plató, caminando ayudada por muletas y haciendo un gran esfuerzo para hablar. Me pareció grande, muy grande ella, y también la actriz de Hollywood, su sensibilidad increíble, su grandeza. Todos necesitamos referentes, sentir que hay esperanza, creer que todo es posible. Ahora mismo no debería sentirme hundida porque hace un día estupendo, tengo una familia que me quiere, los de aquí y los de allá, tengo la posibilidad de contarlo, y no he perdido las ganas de seguir luchando. Seguro que en cualquier momento del día una luz nueva se presenta y me da un beso.
    Hacía mucho, mucho tiempo que no escribía aquí a modo de diario, mucho...la luz ha llegado.

PD.

Puede ser que el desánimo también sea el causante de mi cuerpo peludo, no, no, no te pases, eres una dejada, eso es, vete, ponte a hacer flexiones de esas, y unos tambores, a ver si se te pasan las neuras y dejas de ser una osa.


Isolina Cerdá Casado

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