domingo, 13 de febrero de 2022

Refuerzo artístico en tiempos de pandemia, aforo completo.

   








 Justo coincidiendo con la entrega de los premios Goya, los actores y actrices de teatro estábamos trabajando, qué ilusión, qué agradecimiento poder hacerlo, qué duro está siendo, qué complicado seguir activos aun a pesar de esta pandemia que se nos ha venido encima como una losa tremenda, para todos sí, pero ahora no hablo de hospitales, no hablo de lo que pasa en cada casa, ni de lo que pasa en cada una de nuestras cabezas que intentan salir a flote para no sucumbir en esta sensación de vida perdida, de abrazos rotos, de distancias forzadas, de aislamientos agonizantes... Ahora escribo sobre el teatro, sobre los actores y actrices que tuvieron que parar, y volver a golpe de aforos reducidos, de miedos y de carencias.

    Ayer por fin tuvimos aforo completo, como en los viejos tiempos, con menos gente porque hemos reducido el aforo ya que se trata de una sala pequeña, para que el público se sienta lo más seguro posible y disfrute de este trabajo maravilloso, de este arte efímero, lo que pasó ayer no volverá a ocurrir, las energías que jugaron en esa habitación, y se conjugaron con las energías del público, de esas personas con ganas de ver algo que les conmueva, que les haga bailar el alma, que les produzca algo diferente allá en los adentros. Las funciones nunca son iguales, ayer hubo magia, pero una magia distinta a otros días, el texto no cambia pero nosotros nunca estamos igual, somos agua, y el agua cambia constantemente, baila, salta, juega, salpica, arrastra, engulle, congela, calienta, arde. No te va a dejar indiferente, no, es cierto que somos afortunados, dentro de nuestra vulnerabilidad, seres afortunados porque nos metemos en otra piel pero siempre a través de nosotros. La fortuna de trabajar con un texto increíble, que en cada función te descubre algo nuevo, otro matiz, una capa más en la que adentrarte y jugar a fondo con el alma entregada.

    Es un trabajo de entrega, porque adoramos el teatro, es así, no es por dinero, no, porque no está lo suficientemente reforzado en ese aspecto, es porque creamos algo, cada día, y en cada función se instala una semilla más que se recoge con el tiempo, y en la función siguiente aparece una flor, y en la siguiente un fruto y otra flor, pero hubo que invertir mucho cariño para conseguir que el público sintiera que por unos momentos estaba dentro de un jardín precioso, o de una habitación asfixiante, ante tres almas que bailando y creando les mostraban una parte de sí mismos, en la que se podían reconocer, y entonces la catarsis surgía, allá, adentro, se podía ver en la risa repentina ante la tragedia más absoluta, esos contrastes de la vida.

    Siempre lo he dicho, "Las Criadas" de Genet representada en este espacio tan especial como lo es El Teatro Corral de Lope, trabajada con esta entrega  por la compañía Kallisté de la que formo parte en este proyecto, es un lujo para el público. Y en el día de ayer el público nos reforzó, con su presencia y con esos aplausos tan agradecidos.


Isolina Cerdá

    


Pos pandemia. Corazón postraumatizado.

      Hoy, ahora, hace un momento, me dio por hacer limpieza del bolso. Mi bolso es una especie de contenedor de vida, también de objetos pu...