miércoles, 4 de junio de 2014

Te echo de menos. Nos tomamos un café prontito, necesito abrazarte.


    Bueno, que nada, que yo es que hacía un montón que no me dirigía a ti y estoy un poco con el mono, el mono de tu cercanía, de tus confidencias, de tu cariño próximo. Ahora mismo escribo con un café entre brazo y brazo, entre mi cuerpo y las manos que teclean los impulsos interiores. Tú y yo sabemos que todo tiene su sentido, y que la vida tiene sus momentos y que tarde o temprano las cosas acaban situándose allá donde debían estar, o alguien, tal vez el sentido común circunstancial, las lleva a ese lugar que estaba destinado para ellas. Nuestra relación no ha terminado, en serio, ya sé que ahora mismo da la sensación de que todo ha acabado, como si ya no hubiera nada, ningún objetivo que nos mantenga unidos, pero nuestro hilo no se ha roto, sigue ahí, aunque en ocasiones sea tan transparente que parezca incluso inexistente. Yo te quiero, lo sabes, necesito sentirte en mí, dentro de mí, chispeando. Haciéndome sentir viva y llena de sentidos. "Es como si volara, y desapareciera", me encanta, me encantas. Este cuerpo vivo está palpitándote, te espera ansioso, amor.
 

Isolina Cerdá Casado

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