Si no tienes nada que hacer levanta un pie y avanza, luego el otro pie, empieza a caminar siendo consciente de ello, de cómo lo haces sin pensarlo, de cómo tu cuerpo aprendió a avanzar sin frenos.
Puedes hacerlo, claramente, siempre lo has hecho, lo hiciste, de verdad, caminabas.
No pienses, camina.
Isolina Cerdá
No hay comentarios:
Publicar un comentario