El camino es largo, al menos eso espero, el tuyo digo. Sí, es a ti, ya sé que eres joven, muy joven, mucho más que yo, tan joven como lo era yo en aquel tiempo en el que pensaba que el tiempo no corría, que apenas transcurría, lo hacía despacio entonces, eso pensaba yo. Pues estaba equivocada, ya sé que no te sirve, ni si quiera leerás esto, lo suelto ahora, cuando ya tengo la vivencia, cuando la certeza está conmigo. Nunca es tarde para hacer un cambio de rumbo, pero el tiempo no es el mismo, nunca sabes cuánto te queda así que no lo malgastes, vive, vivir no es solo caminar, también es aprender en el camino, por lo que vives pero también por lo que vivieron antes y cuyos tropiezos son fuente de sabiduría para el que quiera aprender sin magullarse. Sé que no vas a leer esto pero por si acaso lo haces te lo confirmo, la vida pasa tan deprisa que apenas tendrás tiempo para darte cuenta de que está pasando y que tan importante es la meta como el camino. El alcohol no es bueno en exceso, ojalá no hiciera falta sentir lo amargo del vómito ni el martillazo en la cabeza para saberlo, hoy muchos jóvenes están aprendiendo a base de magullarse. Imagen impactante, la madre llorando susurrándole al oído su nombre, el niño duerme la mona inconsciente y ella llora al lado de la camilla de la UVI, esa madrugada ambos aprenderán. Y yo pensaré en ti, y por mi empatía seré capaz de sentir lo que esa mujer, que pide a no se sabe quién que no le pase nada, que no le pase nada, tal vez al dios en el que hace mucho tiempo dejó de creer. Y sentiré el dolor de esa mandíbula rota y la presión del labio ante la gigantesca hinchazón y veré a mi hijo, y pensaré, tal vez rezándole también a ese dios invisible que él no lo viva jamás, que no se meta en una pelea, y que no se llegue a meter nada en el cuerpo que lo pueda dañar tanto como a este pobre. Esta juventud no sabe divertirse, decía en voz alta el vigilante, no saben ni emborracharse, vienen a dormir la mona al hospital, antes te ibas a casa a dormir la mona; claro que ahora hay más cosas que había antes, mezclan sustancias raras con el alcohol y pasa esto. Eso es, pasa el tiempo, lo que te decía. A ti, sí, a mi niño precioso, a ti te lo digo, muerta de sueño, de cansancio o de alteración, montada en el metro, de camino a casa.
sábado, 24 de agosto de 2019
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