Todo tiene una razón de ser y cuando te preguntas por qué la vida te cogió de la mano un día y te trajo hasta esta senda vas encontrando respuestas en cada bache, en cada recoveco, en cada soplo de aire en el cuello.
De pronto un día, en un momento concreto, en un segundo del tiempo que siempre te acompaña, te cruzas con esa mirada que no necesita palabras para compartir contigo, para hacerte partícipe de su camino, para buscar en ti un apoyo en ese momento transitorio, porque pasará, sí, ya verás. Y esas sábanas blancas volverán al recipiente de ropa sucia, al carrito de la colada pendiente de desinfección, te arrancarás ese camisón que cubrió tu cuerpo, y te volverás a vestir tu ropita. Entonces la mirada será otra. "Me voy a casa, gracias, me voy por fin, del brazo de mi marido, con mis hijos acompañando mis pasos heroicos, dejando atrás este mal sueño de cuerpos heridos, de vidas truncadas, de pausas obligatorias..."
Isolina Cerdá
No hay comentarios:
Publicar un comentario