lunes, 24 de abril de 2017

Día del libro






Lo escribí y lo leí delante de una marea azul preciosa 


Hoy es el día del libro. Parece ser que la idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y fue aprobada por el rey Alfonso XIII en 1926. Hasta 1930, sin embargo, no se celebró el 23 de abril sino el 7  de octubre.
Estamos en el 2017 y hoy más que nunca es necesario rememorar y celebrar un día como este. El día del libro, ese objeto con poderes mágicos inimaginables.
Oh, dios mío, ¡benditos libros!
Sanadores del alma
Contadores de historias
Revulsivos, ilustradores, apaciguadores.

Paz.
Paz en el alma de aquellos que están confusos
Que abran un libro, que viajen con él, que amplíen, que descubran, que sean tolerantes.
Abran un libro, no, no abran solo uno,
Que abran montones de libros,
Y que lean: cuentos, historias, que empaticen, que se pongan en el lugar de aquel que sufre o de aquel que es feliz y te cuenta un cuento o de aquel que ha vivido y te escribe sobre los múltiples firmes por los que atravesó valiente y lleno de fuerza: había hierba, caminos rocosos, valles, precipicios, árboles gigantes en selvas vírgenes.

Hoy, un día como hoy debería hacerse un intercambio.
Sí, a aquellos que poseen armas, os convoco, os doy un libro, me dais vuestras armas y las guardamos en un lugar secreto. A aquellos que creen tener la certeza de que su causa lo justifica todo, también os convoco, os doy un libro, me dais vuestro extremismo ciego y lo guardaremos en un lugar secreto; os puedo dar también un papel en blanco para que escribáis vuestro odio y desaparezca para siempre de vuestro corazón.
A aquellos que tienen el poder de acabar con el sufrimiento también os regalo un libro, para que abráis vuestra mente y actuéis pronto.

Abramos un libro, para conocer, para aprender, para reírnos, para emocionarnos, para ser personas con alma y corazón. Para saber y ser poseedores de ese tesoro que nadie nos podrá arrebatar nunca: una mente libre, llena de conocimientos, de historias, de vidas.

Porque hoy, hoy es un día especial, el día del libro,
El día del tesoro que llega a serlo gracias a muchas personas que lo hacen posible.
Gracias a las letras, gracias a los que juegan con ellas y escriben, sobre el mundo, sobre una materia, sobre su vida, sobre una historia mágica, sobre una fantasía… Gracias a las editoriales, a las imprentas, a las bibliotecas y a los bibliotecarios, gracias a los libreros, pero gracias también a los lectores, en cuyas almas culminan las historias que guardan ellos, los libros.

Brindemos por todos ellos, para que nunca se rindan ni dejen de existir los diferentes eslabones que hacen posible la existencia y el acceso a los libros. Y hagámoslo con las palabras del escritor uruguayo Mario Benedetti:

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje, perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros, y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños
porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.


Soy un libro 
Y te espero.


  Isolina Cerdá Casado








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