Hoy es el día del libro. Parece
ser que la idea original fue del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés,
quien la propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona en 1923 y fue
aprobada por el rey Alfonso XIII en 1926. Hasta 1930, sin embargo, no se
celebró el 23 de abril sino el 7 de
octubre.
Estamos en el 2017 y hoy más
que nunca es necesario rememorar y celebrar un día como este. El día del libro,
ese objeto con poderes mágicos inimaginables.
Oh, dios mío, ¡benditos
libros!
Sanadores del alma
Contadores de historias
Revulsivos, ilustradores,
apaciguadores.
Paz.
Paz en el alma de aquellos
que están confusos
Que abran un libro, que
viajen con él, que amplíen, que descubran, que sean tolerantes.
Abran un libro, no, no abran
solo uno,
Que abran montones de libros,
Y que lean: cuentos,
historias, que empaticen, que se pongan en el lugar de aquel que sufre o de
aquel que es feliz y te cuenta un cuento o de aquel que ha vivido y te escribe
sobre los múltiples firmes por los que atravesó valiente y lleno de fuerza:
había hierba, caminos rocosos, valles, precipicios, árboles gigantes en selvas
vírgenes.
Hoy, un día como hoy debería
hacerse un intercambio.
Sí, a aquellos que poseen
armas, os convoco, os doy un libro, me dais vuestras armas y las guardamos en
un lugar secreto. A aquellos que creen tener la certeza de que su causa lo
justifica todo, también os convoco, os doy un libro, me dais vuestro extremismo
ciego y lo guardaremos en un lugar secreto; os puedo dar también un papel en
blanco para que escribáis vuestro odio y desaparezca para siempre de vuestro
corazón.
A aquellos que tienen el
poder de acabar con el sufrimiento también os regalo un libro, para que abráis
vuestra mente y actuéis pronto.
Abramos un libro, para
conocer, para aprender, para reírnos, para emocionarnos, para ser personas con
alma y corazón. Para saber y ser poseedores de ese tesoro que nadie nos podrá
arrebatar nunca: una mente libre, llena de conocimientos, de historias, de
vidas.
Porque hoy, hoy es un día especial,
el día del libro,
El día del tesoro que llega a
serlo gracias a muchas personas que lo hacen posible.
Gracias a las letras, gracias
a los que juegan con ellas y escriben, sobre el mundo, sobre una materia, sobre
su vida, sobre una historia mágica, sobre una fantasía… Gracias a las
editoriales, a las imprentas, a las bibliotecas y a los bibliotecarios, gracias
a los libreros, pero gracias también a los lectores, en cuyas almas culminan
las historias que guardan ellos, los libros.
Brindemos por todos ellos,
para que nunca se rindan ni dejen de existir los diferentes eslabones que hacen
posible la existencia y el acceso a los libros. Y hagámoslo con las palabras del escritor uruguayo Mario Benedetti:
No te rindas, aún estás a
tiempo
de alcanzar y comenzar de
nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar
tus miedos,
liberar el lastre, retomar el
vuelo.
No te rindas que la vida es
eso,
continuar el viaje, perseguir
tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros, y
destapar el cielo.
No te rindas, por favor no
cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se
calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños
porque cada día es un
comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el
mejor momento.
Porque no estás solo, porque
yo te quiero.
Soy un libro
Y te espero.
Isolina Cerdá Casado
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