sábado, 18 de octubre de 2014

El poder de los medios: Ébola.


    "Cierra la tablet ya, ¡que va a entrar el ébola!" -Decía mi madre con un tono de mando y miedo que te obligaba a llevarle la corriente y cerrar rápidamente la tablet sin concluir bien los programas.
Hija.- Pero mamá, que eso no es así, ya la cierro, pero que no, que el ébola no se contagia por la tablet. 
Madre.-Tú ciérrala por si acaso, acabo de verlo en la taza del café, justo cuando abrías la tablet.
Hija.- Estás fatal, ya te han dicho que no se contagia ni por el aire, ¿cómo pretendes que se te contagie a través de una pantalla? 
    Mi madre movía la cabeza negando mis argumentos positivos. Que lo había visto en el café, que estaba ahí, en sus manos mismas, cerca de la nariz y de la boca. El ébola le estaba entrando por las fosas nasales, las glándulas salivares y el nervio óptico. Se había obsesionado. Todo le recordaba a esa enfermedad incurable que había nacido en África. Y ya estaba acercándose peligrosamente. 
Hija.- Lo que tienes que hacer es salir más, y relacionarte, deja de obsesionarte y ver tantos noticiarios, lo tienen todo controlado, ya sé que parecía que no, pero sí, todo está bajo control. Además que la única persona que tiene el ébola en España ya está mejorando, y saldrá del hospital pronto.
Madre.- Sí, claro, ¿y el que vino en avión de París?
Hija.- Controlado, no tenía ébola madre.
Madre.- Bueno, pero tú por si las moscas ponte el chubasquero y las botas, y no regales abrazos, y por favor, la tablet apagada, justo cuando la has encendido lo he visto en el café, esa imagen del bicho que me decía: "ya estoy aquí, preparado para comerte". 
Hija.- Pero mamá, creo que no estás demasiado bien, no deberías ver tantas noticias.
Madre.- Todas hablan sobre lo mismo: el ébola, el ébola, el ébola, el ébola...
Hija.- ¡Mamá, ya basta! Ahora mismo te pongo una película y te olvidas de las noticias de actualidad, este bombardeo monotemático te ha alterado la cordura. ¿Qué peli te pongo? 
Madre.- Ponme Sissi emperatriz, que me gusta mucho, la Sissi al final se casa con el príncipe y aunque lo pasa fatal con una enfermedad que le entra, se acaba recuperando y todo termina maravillosamente bien.  
Hija- Pues venga, te coloco aquí la silla y te preparo otro café.
Madre.- No, un café no, hazme un zumito de naranja, no vaya a ser que vuelva a ver al bicho.
.

                                                                                   Isolina Cerdá Casado



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Semanal 1: Clic

Vamos, empieza ya, escribe, sobre lo que sea, oblígate, siéntate y dedica un tiempo a la escritura. Sabes que hubo un tiempo en el que la es...